Querido criticón, qué gusto saber de ti de nuevo. Después de tantos años te imaginaba en algún centro especialista para el tratamiento de la sarna, olvidado por todos y por fín sin acceso a internet (ni a mi blog, por supuesto).
Veo que estaba equivocado y que, como buen bacilo parasitario, vuelves a escribir en mi blog (qué pena que me necesites para ser alguien en alguna parte) y recurres como siempre a la descalificación en tus comentarios.
Me produces las mismas sensaciones que una cucaracha: Repugnancia a la vista, transmites enfermedades y, en definitiva, es palpable un evidente desagrado general del resto del universo hacia tu miserable existencia.
Te piso (metafóricamente) y me olvido de ti. Adiós, cucarachita mía.
¿me creerás si te digo que llevo un año pensando si de verdad quiero dibujar o no? De hecho, para ser ya patéticamente sincero, lo llevo pensando toda la vida. Como no me decido, no dibujo (es que me da palo). Hace unas semanas decidí que no. Ahora al releer el blog vuelvo a pensarlo... pero qué pereza!! Por otra parte, los fans no registrados (que por tanto no contribuís a mi merecida fama) no os considero personas con derechos, sino simples insectos que pululan alrededor de mi resplancediente aura, por lo que no me importáis lo más mínimo.
Eres demasiado previsible : te compararía con el ave fénix, pero te pega más el pajarraco cenizo.
ResponderEliminarVolvemos a la rueda habitual, no? Esta vez han sido cuatro añazos para el renacimiento, no está mal.
Como comentario profundo al dibujo : por qué cojones te brillan los huevos ?
Querido criticón, qué gusto saber de ti de nuevo. Después de tantos años te imaginaba en algún centro especialista para el tratamiento de la sarna, olvidado por todos y por fín sin acceso a internet (ni a mi blog, por supuesto).
ResponderEliminarVeo que estaba equivocado y que, como buen bacilo parasitario, vuelves a escribir en mi blog (qué pena que me necesites para ser alguien en alguna parte) y recurres como siempre a la descalificación en tus comentarios.
Me produces las mismas sensaciones que una cucaracha: Repugnancia a la vista, transmites enfermedades y, en definitiva, es palpable un evidente desagrado general del resto del universo hacia tu miserable existencia.
Te piso (metafóricamente) y me olvido de ti. Adiós, cucarachita mía.
La próxima vez avisa.
ResponderEliminarTe olvidas de tus fans no registrados, somos decenas de miles, esperando dia tras dia.
Querido HippieNazi,
Eliminar¿me creerás si te digo que llevo un año pensando si de verdad quiero dibujar o no? De hecho, para ser ya patéticamente sincero, lo llevo pensando toda la vida. Como no me decido, no dibujo (es que me da palo).
Hace unas semanas decidí que no. Ahora al releer el blog vuelvo a pensarlo... pero qué pereza!!
Por otra parte, los fans no registrados (que por tanto no contribuís a mi merecida fama) no os considero personas con derechos, sino simples insectos que pululan alrededor de mi resplancediente aura, por lo que no me importáis lo más mínimo.
Saludos